Lleva carmín en los labios y cruz de plata en el pecho.
Toda la herencia gitanase trenza en su pelo suelto.
La rueda ya está formada,las palmas marcan acentos.

Las guitarras se deshacen clamando sus ojos negros;sus ojos que como imanes atraen besos, y en silencio, cuentan historias de amores nacidos en el desierto.
La voz de los cantaorescobra vida en el momento en que la grácil morena toma lugar en el centroy en compás de bulería despiertan sus movimientos.
Los acordes van subiendo como llamas por su cuerpo encendiendo las pasiones que estallan en sus braceos.
Sus codos abren espacios donde nacen cielos nuevos,donde se esconden las lunas que han amparado a su pueblo.
Sus manos quiebran el aire esparciendo los misterios de su sonrisa de nácar, de su perfume hechicero.
La música le ciñe el alma y el vehemente taconeo hipnotiza las miradas, talla la gracia en el suelo.
Es huracán desatado, y en el vuelo de su ruedodeja escapar las tormentas de su espíritu flamenco.
Autora: Luz Ma. González



1 comentario:
HOla, soy la autora de la poesía La Bailaora y es un placer ver que han tomado mi trabajo para incluir en su blog. Muchas gracias! Luz Ma. González.
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